¿Cómo es la nariz de un bebé?

Hoy os queremos hablar sobre la nariz de bebé, la nariz desde una perspectiva distinta: el desarrollo de este órgano desde el nacimiento hasta la edad adulta, y las implicaciones que tiene para un experto en rinoplastia como el Dr. Javier Galindo.

La nariz de bebé es muy pequeña en comparación con el resto de la cabeza, que alcanza mucho antes su tamaño adulto. Los bebés tienen el puente nasal muy bajo y relativamente ancho. La punta suele estar muy levantada, y llama la atención por blanda y móvil. Esta falta de rigidez es una ventaja en caso de golpes, ya que la elasticidad previene contra la fractura de la nariz.

Cómo crece la nariz de bebé hasta la edad adulta

El esqueleto de la nariz de los niños está formado fundamentalmente por cartílago, que a diferencia del hueso es muy elástico. Conforme avanza el desarrollo los huesos aumentan su contribución al tamaño total de la nariz. Como el cartílago es elástico, los traumatismos infantiles, que son muy frecuentes, rara vez provocan fracturas o deformidades evidentes. No obstante, los golpes en la infancia sí condicionan procesos de reparación que pueden desembocar en un crecimiento desordenado de la nariz, provocando en la edad adulta la aparición de caballete o giba, nariz torcida y otros problemas estéticos y respiratorios.

El desarrollo más evidente de la nariz ocurre en la pubertad. El paso de la niñez a la edad adulta acelera notablemente el crecimiento de la nariz, y es frecuente que durante la consulta preoperatoria para una rinoplastia los pacientes comenten que fue durante la pubertad cuando la nariz fue deformándose.

Aunque cada persona desarrolla a un ritmo individual y las niñas lo hacen antes que los niños, más o menos a los 16-17 casi todas las personas tienen una nariz adulta. En caso de necesidad de una cirugía nasal el Dr. Galindo siempre valora cada caso concreto para determinar el mejor momento para llevarla a cabo.

Hallazgos de rinoplastia asociados al desarrollo

Como decíamos anteriormente, los traumatismos en la infancia pueden ocasionar deformidades nasales en la edad adulta. Los casos más severos, además, suelen causar  mala respiración nasal que obligue al menor a respirar por la boca. Esta respiración oral es muy nociva en los niños, que pueden desarrollar graves alteraciones del crecimiento del hueso maxilar y la mandíbula. Estas deformidades, además de un problema estético, ocasionan con frecuencia alteraciones en la posición de los dientes y la mordida, así como aparición de ronquido y síndrome de apnea del sueño.

En opinión del Dr. Galindo garantizar la buena respiración nasal en los niños es una prioridad que previene la aparición de graves problemas de muy difícil solución. Los padres deben estar bien informados acerca de los riesgos de una posible intervención, así como de los riesgos de no actuar a tiempo y agravar la situación de sus pequeños.

Desde el punto de vista puramente estético, al estar la nariz situada en el centro de la cara, una torcedura o crecimiento desordenado suele ocasionar evidentes asimetrías en el crecimiento del rostro, que son extremadamente difíciles de resolver. En estos casos se debe informar a los pacientes que algunas asimetrías, pese a colocar la nariz recta, persistirán.

Conclusión

El desarrollo ordenado de la nariz desde el nacimiento hasta la edad adulta es importante para una buena función nasal y para un correcto crecimiento del rostro, el maxilar y la mandíbula. La nariz recibe muchos golpes en la infancia, que ocasionan pocos problemas en el momento pero pueden desembocar en deformidades y mala función. En caso de sospecha, el Dr. Javier Galindo recomienda a los padres una valoración completa e individualizada de los pequeños que determine si es necesario actuar, qué debería hacerse y cuándo es el mejor momento para ello.

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