Septoplastia en Madrid
La septoplastia es el único procedimiento quirúrgico que permite corregir la desviación del tabique. Aunque esta no cambia la forma de la nariz, se puede combinar con una cirugía de remodelado con fines estéticos, como la rinoplastia, para lograr armonizar la nariz con los demás rasgos faciales.
¿Qué resultados o beneficios obtendré tras una septoplastia?
Tras una septoplastia, el tabique nasal queda enderezado, y el aire puede atravesar mejor la nariz por ambas fosas nasales y la dificultad respiratoria mejora considerablemente.
Esto producirá unos cambios significativos en los pacientes, mejorando claramente su calidad de vida, por ejemplo:
- Mejoras en el flujo de aire.
- Control de las hemorragias nasales.
- Alivio en los senos nasales o sinusales, producto de una respiración forzada.
- Disminución de los dolores de cabeza, ronquidos, etc.
Muchos de los beneficios de la cirugía pueden ser más evidentes en situaciones concretas, como el deporte o determinadas épocas del año donde necesitamos que la nariz funcione a la perfección.
¿Cuándo realizamos una septoplastia?
La desviación del tabique nasal no es en sí misma una indicación de cirugía. Hay pacientes con tabique desviado que no refieren obstrucción nasal, o esta no es suficientemente percibida por él.
La cirugía septal está indicada en los casos de desviaciones sintomáticas, o bien en el caso que necesitemos obtener fragmentos de cartílago del septum durante una rinoplastia a modo de injertos.
Si tienes síntomas como dificultad respiratoria, como causa de una desviación del tabique nasal, que afectan a tu calidad de vida, la septoplastia puede ser la solución perfecta para este problema.
En qué consiste la operación
La operación de septoplastia consiste en acceder al cartílago y hueso que lo forman a través de una pequeña incisión por dentro de la nariz, que no es visible en el postoperatorio, para remodelar la estructura y eliminar las desviaciones que causan la mala respiración.
El objetivo es dejar el tabique lo más recto posible sin debilitarlo en exceso para que el resultado sea predecible y estable en el tiempo.
Al finalizar la corrección septal, el cirujano sutura la incisión interna y el resto del tabique con un material reabsorbible, por lo que no es necesario retirar los puntos en la consulta, ya que se caen solos.
Tampoco se colocan tapones dentro de los orificios, por lo que las molestias son mínimas o inexistentes.
Antes y después de la septoplastia: duración, anestesia y postoperatorio
La septoplastia puede durar entre 30 o 90 minutos según las características del paciente y complejidad de la operación.
Antes de comenzar con la cirugía se aplica anestesia general. Es un procedimiento típico, donde el cirujano realiza una incisión en un lado de la nariz para acceder al tabique, posteriormente levantará la membrana mucosa para mover el tabique desviado en la posición correcta.
Los primeros días tras la cirugía, la nariz estará algo inflamada, pero es normal durante los primeros días y semanas. Para evitar contraindicaciones es muy importante seguir las instrucciones del médico con respecto a los cuidados posteriores a la cirugía, como mantener la cabeza elevada y evitar todo tipo de esfuerzo físico.
Después de tres y seis meses de la operación, los tejidos nasales se mostrarán relativamente estables, y con una clara mejoría, aunque estos siempre varían según las características de cada persona.
Riesgos y complicaciones de la septoplastia
La septoplastia es una intervención que se tolera muy bien y apenas tiene riesgos asociados. Aunque la complicación más frecuente de cualquier cirugía nasal es el sangrado en el postoperatorio, hoy en día es excepcionalmente raro, debido al gran avance de la técnica quirúrgica y anestésica, que incluso evita que tengamos que poner los molestos tapones en la nariz.
En nuestra práctica, podemos ver un sangrado de escasa cuantía y nula repercusión en alrededor de 1 de cada 2000 casos, por lo que pasan años sin que veamos ninguna complicación hemorrágica.