Drenaje linfático tras rinoplastia ¿en qué consiste?

El drenaje linfático tras una rinoplastia consiste en un método dirigido a la extracción de fluidos de sangre y otros que se encuentran en la zona de la cara y alrededor de la nariz, cuando el paciente ha sido sometido a una rinoplastia.

Es un tratamiento postoperatorio y se utiliza para evitar que la presión de líquidos en el rostro distorsione o afecte en lo más mínimo, la zona operada. Conoce a continuación en Clínica Doctor Galindo, clínica especialista en rinoplastia en Madrid en qué consiste.

¿Qué es un drenaje linfático?

El drenaje linfático postoperatorio es una técnica de estimulación del sistema linfático que generalmente se lleva a cabo de manera manual, es decir, en forma de masajes aplicados en diferentes partes del rostro y cuello.

Se considera está técnica como una serie de maniobras manuales aplicadas con suavidad; no debe causar dolor ya que los movimientos del masaje se realizan de acuerdo al nivel de tolerancia del paciente.

Generalmente, el especialista indica el drenaje linfático como tratamiento complementario postoperatorio en casos de: edemas postoperatorios y para optimizar la evolución de la cicatrización; en casos de hematomas postoperatorios. De igual modo, no se recomienda la técnica en caso de linfedema congénito o adquirido, edemas linfodinámicos o desnutrición, neoplasias (cáncer), infecciones agudas causadas por heridas contaminadas, en caso de flebitis, trombosis o tromboflebitis.

¿Para qué sirve?

El drenaje quirúrgico sirve para evitar que la presión de la acumulación de líquidos sobre el área sometida a intervención complique sus resultados. Es un procedimiento que debe ser aplicado por un profesional y tiene como objetivo buscar la eliminación de los tejidos que se acumulan en el rostro después de haber sido practicada la rinoplastia. De este modo, se ayuda a que fluya la circulación sanguínea y que la piel mejore su aspecto, textura y color, ya que ésta se va desinflamando al tiempo que se diluye el color de los hematomas por la acumulación de sangre, retomando su color saludable. Todo esto facilita que el proceso de cicatrización sea más rápido.

El drenaje linfático facial forma parte del tratamiento de recuperación postoperatoria, en tanto que su aplicación ayuda a activar los canales y ganglios linfáticos para la cara, debido a la complejidad de vasos sanguíneos que abundan en esa área, haciéndose necesaria su indicación para la curación y desinflamación rápida.

La importancia del drenaje linfático tras la rinoplastia es que su aplicación correcta incide de forma positiva sobre los resultados de la cirugía, pues favorece el funcionamiento normal del sistema linfático, reduciendo los edemas y moretones de la zona operada; disminuyendo riesgos de infecciones, así como molestias de dolores, endurecimientos permanentes de la piel, edematizaciones eventuales y otras complicaciones más delicadas.

¿Cuánto dura un drenaje linfático postoperatorio?

En caso de aplicación de las técnicas del drenaje linfático postoperatorio, el especialista deberá evaluar periódicamente la evolución de la rinoplastia antes de decidir el tiempo de aplicación.

Teniendo en cuenta que cada cuerpo humano posee su propio biorritmo y reacciona ante las intervenciones médicas de acuerdo a su particular sistema orgánico, es lógico que el drenaje varíe en intensidad, lugares del rostro y tiempo de aplicación.

Lo normal es que se inicie dos o tres días después del procedimiento quirúrgico, con seguimiento y técnicas profesionales. Cada sesión puede tener un tiempo de duración entre 30 a 45 minutos; por períodos que oscilan entre 35 a 45 días programados.

¿Deseas saber más? Puedes pedir cita con el Doctor Javier Galindo, médico especializado en cirugía plástica facial y otorrinolaringología, para que te atienda en su clínica en Madrid.

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