Riesgos de fumar tras una rinoplastia
Según la Organización Mundial de la Salud, fumar incrementa enormemente el riesgo de complicaciones tras una intervención quirúrgica. Las personas fumadoras presentan muchos más riesgos de sufrir complicaciones posquirúrgicas como infecciones o una cicatrización más lenta. De este modo, vamos a ver las consecuencias de mezclar una rinoplastia y tabaco. Y tú, ¿sabes cuáles son los riesgos de fumar después de una rinoplastia?
¿Se puede fumar después de una rinoplastia?
Rinoplastia y fumar son dos términos que no se aconseja unir. Pero no solo fumar después de una rinoplastia, sino también antes de que el paciente se someta a la intervención. Y más, tratándose de una cirugía facial.
Muchos especialistas recomiendan dejar el tabaco 1 mes antes de someterse a esta intervención quirúrgica. Asimismo, es aconsejable no encenderse un cigarrillo hasta pasado otro mes después de la propia operación. De no hacerlo, el paciente puede someterse a riesgos innecesarios, que podrían ralentizar su proceso de curación.
¿Cuáles son los riesgos de fumar tras una rinoplastia?
A continuación, analicemos los diferentes riesgos que pueden surgir por fumar después de una rinoplastia.
Cicatrización
Fumar y la cicatrización en una rinoplastia no van de la mano. De hecho, esta acción es muy perjudicial. La nicotina, sustancia presente en el tabaco, reduce el flujo sanguíneo y, como consecuencia, el oxígeno que llega a los tejidos de la nariz. Por lo tanto, el proceso de cicatrización podría volverse más lento y además podría surgir otro tipo de complicaciones como infecciones en las heridas.
Por consiguiente, fumar después de una rinoplastia puede conllevar el retraso en la formación de tejido nuevo y sano, lo que lleva a una cicatrización lenta y más posibilidades de tener cicatrices grandes y visibles.
Consecuencias para la piel
Como venimos advirtiendo: la nicotina provoca que los vasos sanguíneos se contraen y, por tanto, que el flujo de la sangre y el oxígeno no sea el mismo. De este modo, los tejidos dañados no reciben las sustancias necesarias para su curación.
Por ende, los resultados estéticos no van a ser los mismos. El tabaco daña la elasticidad de la piel y favorece la aparición de arrugas.
Además de lo ya nombrado, fumar después de una operación como la rinoplastia conlleva riesgos para la propia salud nasal. El humo del tabaco irrita las vías respiratorias resecando la mucosa nasal, lo que dificultaría el postoperatorio de la rinoplastia.
Si el paciente es fumador, debe comunicárselo al anestesista para tenerlo en cuenta a la hora de realizar el procedimiento. Fumar aumenta la tensión arterial.
Importancia de seguir las indicaciones médicas
Como en cualquier otra operación o proceso médico, es indispensable apoyarse y dejarse guiar por el conocimiento y la experiencia de los profesionales de la salud. Ante cualquier duda, puedes ponerte en contacto con tu cirujano, el especialista que se encargue de tu rinoplastia.
Dicho esto, repasemos las indicaciones médicas más importantes para un correcto postoperatorio de rinoplastia; donde evidentemente no puede faltar la prohibición de fumar tras esta operación:
- No fumar ni antes ni después de la intervención. Tal y como hemos dicho, lo recomendable es abstenerse de un cigarrillo unas 4 semanas antes de la rinoplastia y otras 4 semanas después de la operación.
- Seguir la pauta de medicamentos recetados. Ni automedicación ni “me encuentro bien, los dejo de tomar”. Es importante llevar al día la pauta prescrita por el médico.
- Llevar a cabo el cuidado de la nariz, así como su higiene. Como, por ejemplo, los lavados nasales y todas las indicaciones proporcionadas por tu cirujano.
- Acudir a todas las citas médicas. Es importante que el especialista lleve a cabo un seguimiento de la nariz y comprobar así su evolución.
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