Una de las primeras líneas de defensa de nuestro cuerpo contra las enfermedades es la nariz. Por sus conductos, véase las fosas nasales, intentan entrar cada día millones de gérmenes que buscan atacar a nuestro cuerpo. Por ello, además de pelos, la mucosa nasal es nuestro particular escudo contra estos agentes externos o patógenos; al calentar y humidificar el aire que va hacia nuestros pulmones.

La mucosa nasal es también un filtro excelente contra partículas o polvo. Sin duda, sus funciones son muy importantes para la defensa del cuerpo humano.

Pero, a veces, sobre todo en invierno, la mucosa puede secarse. Lo que provoca que ‘nuestra barrera’ no defienda con la misma eficacia al cuerpo. En el presente artículo, ahondamos en la sequedad nasal. Conoce sus síntomas principales, así como su tratamiento o prevención.

Sequedad nasal: definición

Entonces, ¿en qué consiste la sequedad nasal? Como ya te estarás barruntando, la sequedad nasal define a la situación en la que la mucosa nasal presenta niveles bajos de humedad. Esto se traduce con una sensación de nariz seca y con la aparición de heridas y costras en la zona.

Qué causa la sequedad nasal

Existen una gran cantidad de factores que originan la sequedad nasal. ¿Quieres conocer los principales? Son los siguientes:

• Ambiente muy seco

• Rinitis y otras infecciones víricas

• Temperaturas extremas

• Cambios estacionales

• Calefacciones o aires acondicionados

• Tabaco

• Cloro

• Contaminación 

• Fármacos

• Alergias

• Resfriados o gripes

• Uso reiterado del pañuelo

¿Cuáles son los principales síntomas de la sequedad nasal?

Existen diferentes síntomas que indican que la nariz está seca por dentro. Estos son los principales:

• Grietas y costras dentro de la nariz

• Congestión nasal

• Sensación de tirantez 

• Picor

• Descamación en el interior de la nariz

• Secreciones secas

¿Cómo prevenir y tratar la sequedad nasal?

Entonces, ¿cómo evitar que nuestra nariz esté seca y con heridas? Existen varios consejos para evitar la sequedad nasal:

• Mantenerse hidratado: Parece mentira, pero no. Beber entre 1,5 y 2 litros diarios de agua es imprescindible para no tener las fosas nasales secas. Del mismo modo, hay que comer frutas y verduras con un alto porcentaje en agua.
• Lavados nasales: Una higiene correcta de la nariz es clave. Y, para ello, el agua de mar o el suero fisiológico se vuelven un excelente aliado.
• Hidratar la nariz: Existen productos intranasales -como bálsamos, sprays o lubricantes- que sirven para hidratar la nariz por dentro, alivian la sequedad nasal y la irritación, ya que protegen la mucosa.
• Lavado de manos: La higiene es siempre muy importante, siendo el lavado de manos uno de sus imprescindibles. En época de gripe o resfriados, sé cauto y mantén estas medidas de higiene. 
• Humidificadores: Si el ambiente está seco, tu nariz se reseca. Por eso, es aconsejable utilizar humidificadores para disminuir esta sequedad.
• Evitar factores de riesgo: Como cambios bruscos de temperatura, humos, gases, contaminantes… todo ello, son agentes externos que producen sequedad nasal.
• Evitar sonarse con brusquedad: Hay que sonarse suavemente la nariz para evitar que se irrite y se seque.
   

Pero, a veces, la sequedad nasal persiste. A pesar de realizar lo anterior, esta se vuelve crónica produciendo heridas y costras en la nariz. Por consiguiente, es necesario requerir a tratamientos quirúrgicos.

Algunas cirugías de nariz permiten eliminar esa sensación continua de sequedad nasal, que se produce en casos más graves.

¿Qué tipos de cirugías pueden aliviar la sequedad nasal persistente?

• Operación de cornetes: Esta operación busca reducir el tamaño de los cornetes nasales. Y es que si su volumen es mayor de lo habitual, los cornetes nasales pueden producir molestias constantes. Entre ellas, sequedad nasal.
• Septoplastia: Es la cirugía nasal que permite eliminar la obstrucción de la nariz, debido a un tabique desviado.

 

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