Fracaso en rinoplastia: problemas y soluciones

Causas del fracaso en rinoplastia

La rinoplastia es un procedimiento muy seguro, y en manos expertas el resultado es predecible y consistente. Los resultados son naturales y duraderos en el tiempo. En ocasiones, sin embargo, el paciente ve y siente que algo no ha salido bien. A continuación te explico las causas más frecuentes del fracaso en rinoplastia y la solución en cada caso.

Problema: Análisis facial defectuoso

Los malos resultados y el fracaso en rinoplastia tienen muchas causas, pero quizás la más frecuente se produce antes de empezar la cirugía, por un pobre análisis preoperatorio. Si no hemos sido capaces de planificar bien la cirugía es seguro que, pese a realizarla correctamente, las maniobras utilizadas no sean las más adecuadas, y por tanto, sea muy difícil conseguir un resultado satisfactorio.

Solución: Análisis facial exhaustivo

En las visitas preoperatorias, al menos 2, tendremos oportunidad de hablar de los aspectos a mejorar. Realizo una exploración física de la nariz durante la visita, anotando todos los hallazgos. Los detalles que se puedan escapar en este momento se evalúan nuevamente con las fotografías preoperatorias y todo se comprueba en la segunda visita. Todo se analiza para no dejar ningún factor al azar.

Problema: Mala comunicación con tu cirujano

Es fundamental que antes de la cirugía quede muy claro cual es el resultado “esperable”. Si bien puede diferir ligeramente del efecto final, por lo menos sabrás que es lo que tu cirujano tiene en mente para tu caso. A veces, los gustos de médico y paciente no coinciden, o las expectativas de uno y otro pueden estar muy alejadas. Dejar todo en manos del cirujano o exigir resultados poco irreales por el paciente siempre refleja una mala comunicación y una apuesta segura por el fracaso.

Solución: Comunicación fluida con tu cirujano

No escatimes esfuerzos en entender que se va a hacer y cómo podría ser el resultado. Ahora, con el software de retoque fotográfico esta tarea es muy sencilla, pues puedes ver una recreación de tu cirugía antes de realizarla. Es normal que tengas respeto frente a la intervención en sí, la anestesia, los riesgos… pero nunca deberías entrar en el quirófano con dudas sobre el procedimiento. ¡Resuélvelas todas en la consulta!

Problema: Mala técnica quirúrgica

En ocasiones lo único que ha fallado es la ejecución de las maniobras ejecutadas. Por ejemplo, una fractura del hueso mal ejecutada, una sutura demasiado apretada, un incorrecto limado de los huesos nasales… Normalmente esto es lo más fácil de solucionar.

Solución: Manos expertas para tu nariz

Todos los cirujanos, sin excepción, cometemos errores en algún momento. Esto es inevitable, aunque puedes disminuir la probabilidad eligiendo un cirujano experimentado, que además pueda resolver los problemas cuando ocurran.

Problema: Cirugía agresiva

La resección excesiva del esqueleto nasal es un serio problema. Si bien los resultados a corto plazo pueden parecer buenos, con el paso del tiempo la nariz se verá deformada y con signos evidentes de cirugía, pues pierde toda la naturalidad. Otro problema asociado al que mucha gente no presta atención al principio, pero que a la larga es sumamente molesto e incapacitante, es la mala respiración de las narices “amputadas”.

Solución: Rinoplastia estructural

Después de la cirugía la nariz debe conservar fortaleza y estructura, por lo que aplicamos los conceptos de rinoplastia estructural, huyendo de la resección excesiva de tejidos para ofrecer resultados naturales y duraderos. Aunque haya que resecar un caballete, acortar la nariz o refinar la punta, los tejidos deben conservarse al máximo en todo momento.

Problema: mala cicatrización

Durante el periodo de cicatrización el paciente tiene un gran protagonismo. La rinoplastia no acaba el día de la cirugía, ya que la piel y la mucosa nasal necesitan unos cuidados especiales durante algún tiempo. Si tu cirujano te da el alta muy rápido (algo muy frecuente en las grandes clínicas de cirugía estética) no va a ser capaz de evaluar los resultados a largo plazo y los problemas que puedan aparecer.

Solución: cuidados y seguimiento adecuado

Tu cirujano debería enseñarte los cuidados de la nariz mientras esté cicatrizando. Si tienes dudas no dudes en preguntar. Es fundamental evitar el tabaco, proteger la piel del sol y no golpear la nariz mientras todo consolida en su posición definitiva. Pregunta que productos cosméticos pueden ser beneficiosos para potenciar la belleza de tu nueva nariz.

Conclusión final

La rinoplastia es un procedimiento muy seguro. En la gran mayoría de los casos consigue transformar la nariz para hacerla más bella y mejorar el aspecto de la persona. Sin embargo, en ocasiones las cosas no salen bien. Para minimizar los riesgos debes exigir a tu cirujano:

  • Un análisis exhaustivo de tu caso
  • Explicación clara de qué va a hacer y cómo
  • Una cirugía delicada que respete la estructura de la nariz
  • Un seguimiento postoperatorio adecuado y a largo plazo

Solo así es posible conseguir tu objetivo: verte bien, sentirte mejor.

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