El paso del tiempo se va llevando consigo nuestra elasticidad facial y corporal y con ella comienzan a aparecer las arrugas y las líneas de expresión. Esto se debe principalmente a la disminución de fibras de elastina y colágeno que son las encargadas de dar elasticidad y resistencia a nuestros tejidos. Una vida sedentaria, el tabaquismo o la pérdida de peso exprés pueden ser solo algunas de las causas que están detrás de este desgaste.

Disimular, en la medida de lo posible, los efectos de la edad es la preocupación de algunos de los tratamientos estéticos más demandados.

Pero, ¿es posible conseguir el efecto lifting sin pasar por el quirófano? Aunque cueste creerlo, la respuesta es sí. Detrás, se encuentra la técnica médico-estética de los hilos tensores que algunos también llaman “hilos mágicos” por su eficacia. 

¿Qué son los hilos tensores?

Los hilos tensores son una técnica de medicina estética que se utilizan como alternativa al lifting. Con estos hilos del grosor de un cabello, se forma una red de micro hilos que el especialista implanta a través de pequeñas incisiones. Están compuestos por un material completamente reabsorbible, antialérgico y biocompatible.

Normalmente se aplican en las zonas flácidas del rostro, cuello, mandíbula y cejas para regenerar la piel y provocar un efecto lifting inmediato sin necesidad de cirugía plástica y favoreciendo la producción natural de colágeno. Además de eliminar las arrugas y la flacidez, sirven también para levantar las cejas o redefinir el contorno de la mandíbula.

Se les conoce como “hilos mágicos” porque tienen un doble efecto. Por una parte tensan la piel y, por la otra, la densifican ya que estimulan la producción de colágeno.

Tipos de hilos tensores

Los hilos tensores se pueden clasificar en función de varios parámetros. Por un lado, en función de la duración de sus resultados:

• Permanentes: Estos hilos están elaborados con propileno.
• Temporales: Los más utilizados. El material con el que están fabricados, dioxanona, se absorbe por el organismo con los años y no es necesaria ninguna operación ya que son biocompatibles. Dentro de este tipo, encontramos varios hilos tensores en función del material con el que están fabricados: ácido poliláctico, polidioxanona, policarprolactona….

Además, los hilos tensores también se pueden clasificar según su forma:

• Hilos de monofilamento: Este tipo de hilos estimula el colágeno de la piel. Su función es la de aumentar el espesor de la piel y reducir con ello las arrugas más finas. Es el más fino ya que está formado por una sola hebra.
• Hilos de multifilamento: A diferencia del anterior y, como su propio nombre indica, está formado por varias hebras y permite obtener resultados armónicos y naturales.
• Hilos espiculados: Este tipo de hilos compacta la piel y da un mayor agarre y tensión que los anteriores. Su estructura dentada permite actuar en zonas de mayor flacidez.   

¿Por qué se realiza este tratamiento?

A lo largo del post ya se han ido exponiendo alguna de las razones más evidentes. Algunas de las que más importantes:

• El tratamiento con hilos tensores no duele.
• El procedimiento es rápido. No dura mucho más de 30 minutos.
• Este tratamiento favorece la producción de colágeno natural.
• No es necesario pasar por quirófano.
• Su efecto lifting es muy natural por lo que no cambia nuestra expresión del rostro y mejora la calidad de la piel.
• Es una técnica no invasiva. El paciente puede hacer una vida normal casi inmediatamente después.

¿Cuáles son sus aplicaciones?

• Disimula las arrugas del contorno de los ojos y de la frente.
• Eleva las mejillas y las cejas.
• Reafirma el cuello y el contorno facial.
• Da simetría a la cara.

¿En qué consiste el tratamiento con los hilos tensores?

Los hilos se introducen en nuestra piel mediante una aguja muy fina y formando con ellos una especie de malla. No necesitan anclaje ni sutura por lo que su colocación es muy rápida. Normalmente, se realiza sin anestesia y solo en ocasiones, se utiliza una crema anestésica. 

Tiempo de recuperación y recomendaciones post tratamiento

Las inyecciones no suelen causar efectos secundarios a excepción de alguna inflamación o hematoma los primeros días. Pomadas específicas para aliviar la hinchazón serán suficientes para volver a la normalidad.

Algunas de las principales recomendaciones serían:

• No exponerse al sol los primeros días después del tratamiento.
• Aplicar frío en la zona tratada para evitar la inflamación.
• No tocarse ni limpiarse la zona durante las primeras horas.
• No hacer deporte o actividades de riesgo el primer mes para evitar golpes en la cara.

Aunque los primeros efectos son visibles al cabo de una hora, los resultados alcanzan su momento óptimo a los tres meses. Hay que recordar que no es un tratamiento permanente y que se suele renovar la dosis después de 1 año o 1 año y medio.

Infórmate sobre los hilos tensores en la clínica del Doctor Galindo. Resolvemos cualquier duda que te surja al respecto. ¡Te esperamos!

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